Para ellos su ego es su mayor Dios. Si les ofendes, aunque no sea voluntariamente, huyen como alma que se lleva el diablo. No atienden a razones y se ofuscan hasta tal punto, que no te dan la oportunidad de explicarte. Para ellos no existe el límite intermedio: o te lloran mares o desaparecen de la noche a la mañana. Eso sí, si te ofenden ellos les tendrás llorandote, sin importarles ponerse de rodillas si fuese necesario. Agoviandote para que les escuches y desesperados, como no he visto otro signo.
Inseguros pensadores que dan 800.000 vueltas a algo que te explicaria el mundo si le dieses la oportunidad, sin necesidad de que pase media vida para llegar a una conclusión. Lo más gracioso es que lo único que cambia en todo ese tiempo de supuesta reflexión es que si antes huian de ti, parece ser que al final quieren hablarte, y que te expliques... Finalmente, acabas por pensar que están como una jodida cabra. ¿O será su conciencia que se acaba por despertar? ¿Cuantos meses pueden pasar para que se dignen a pensar en algo más que en si mismos?
A veces creo que lo único que mueve al hombre de este signo es esa enorme inmadurez. Y ya sabes lo que dicen: "Quién con niños se acuesta, meado se levanta".