Valdrá la pena arriesgar
Este es un tema espinoso, ya que mis queridos Aries, ¡son unos soles!
El 75% de mis amistades masculinas son de Aries. Aunque yo sea de Capricornio y según las compatibilidades seamos tan opuestos.
La verdad es que yo no entendía mucho de Astrología, aunque fuera una pasión muy arraigada en mi familia, en especial por mi madre. La cual cuando me eche mi primer novio y este era de Aries me advirtió, y fue cuando empecé a interesarme por este tema.
Sinceramente; y contra todo pronostico, siempre me han atraído los signos de fuego, en especial Aries y Leo, de aire Los libras y de agua los cáncer y de tierra únicamente y por excepción, algún que otro virgo (pero no me suelen llamar mi atención y prácticamente con los que me he topado he chocado, o éramos completamente diferentes en cuanto a espacio y tiempo ¡y que decir de la parte emocional!
¿Qué responderte en cuestión del Aries? Pues que son niños, inocentes e ingenuos, y siempre buscan a su princesa o amor de novela rosa. Tremendamente idealistas, románticos, apasionados y sencillamente encantadores. Pero, ¡eso si!, cuando no los irritas, aunque no te preocupes, siempre esos enfados o pataletas son pasajeros, y con una sonrisa tierna te harán subir al cielo, y al instante olvidaras eso por lo que os peleasteis. Te advierto que son egoístas, y que les encanta que el mundo gire a su alrededor, pero no lo hacen con maldad, tan solo que es como un niño pequeño que requiere de toda tu atención y mimos. Si sabes regirte a esas reglas básicas no tendrás motivos para no ser tu hombre ideal y tú su mujer ideal. Y él se entregara en cuerpo y alma a ti, siempre y cuando lo llenes por completo, entonces no tendrá escapatoria, y te aseguro que vivirán mientras estén contigo por y para ti (y te devolverán con creces todo el amor que tú le das). Además que te aseguro que con ellos jamás te aburrirás, ningún día será igual que el otro, y es una experiencia la cual te recomiendo.
La clave es la comprensión y el mutuo entendimiento, y créeme que valdrá la pena arriesgar.