Cuando las cosas se tuerzen en la vida, y todo el Mundo te deja de lado, siempre aparece un Tauro y te tiende la mano, te ofrece su refugio, su fortaleza de roca cuando más débil te sientes. Y sabes que su amistad no es hipócrita, ni pasajera. Que puedes contar con su nobleza. A veces te vuelves loco intentando que cambie de opinión en lo que está equivocado, pero es tan fiel incluso en sus ideas que jamás lo hará. Su testarudez es tan exasperante como entrañable, y un precio muy pequeño a pagar a cambio de las virtudes que recibes de ésas personas que son como un segundo padre, una segundas madre, un hemano mayor, el amigo con el que todos deberíamos poder contar. "Tú eres realmente el más cierto en horas inciertas..."
Vuelvo a estar deprimida, los que en su día me arroparon están lejos... Necesito que un/a Tauro venga a salvarme... Sé que éste signo nunca me fallará.
(Yo soy cáncer)