Más allá de intentar comprobar filosóficamente o intelectualmente si existe el Karma, lo que este concepto nos trae a la mente es la idea de que gran parte de lo que hacemos repercute automáticamente en nuestro entorno y universo personal. No hay que ser un sabio erudito para mirar nuestra vida cotidiana y darse cuenta que algo de lo bueno y malo que tenemos ha sido consecuencia directa de las decisiones que hemos tomado, para bien o para mal. Se observa allí una verdad cruda y quizá dolorosa para quién no es totalmente responsable de sus propios actos: ese estado vibracional que nos absorbe no es más que el resultado de nuestro día a día en dónde un patrón de comportamiento repetitivo persiste y se hace con el control de nuestra existencia como un algoritmo que avanza en modo automático, sin preguntar ni cuestionar nada.
Si nos alejamos un poco de nosotros mismos veremos algo parecido a una Gran Obra de Teatro en dónde podemos observar con claridad cómo trabajan aquellos algoritmos creados en el ordenador de nuestra mente. Nos puede ocurrir algo parecido a lo experimentado por el protagonista del famoso relato Cuento de Navidad, en dónde unas entidades fantasmagóricas [símbolo de una visión objetiva] le muestran a Ebenezer Scrooge su pasado, presente y el futuro que se está gestando a raíz de sus acciones. Esta visión sería una forma de comprender la vieja idea de causa-efecto y la responsabilidad que tenemos sobre nuestros actos, que aunque no sabemos con certeza si definen nuestra vida por completo al menos en gran parte la construyen.
Carta adjunta: Karma.
Baraja: Tarot of the Old Path.
Diseñador: Howard Rodway, Sylvia Gainsford.
US Games 1990.
NOTA: La definición se Algoritmo según la RAE es Conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución a un problema.
[Aquarian Tarot]