Claro, la guerra pero la de los subconscientes.Esa, la intelectual, la que no necesita palabra alguna para ser declarada.
Así es la guerra de estos signos (no voy a generalizar, claro) pero ¡Vaya que par de hijos de ... En esta batalla, él es el insecto y ella es la cabra...pero ¡vaya que si lo son! Ya saben, entre colegas se entienden, se estiman ¡ah! y también pueden odiarse (según sea el caso; personalidad, ascendente y todo ese rollo que ustedes se saben muy bien).
Personalmente, es una combinación extraña, como esos experimentos que probando y probando (sin saber su resultado), pueden salir bien. Curioso caso, ¿no?
Ya sea que se amen o se odien, no necesitan del verbo para la acción. Ahi están, las dos almas, comunicándose, librando una lucha interna "oculta" (según ellos, porque los muy cabrones se leen la mente, se anticipan a los movimientos del otro, se sorprenden, se sabotean...se quieren, se respetan (Claro, un astuto no subestima a otro astuto, se las juega. Está alerta frente a otro de su altura).
Vaya que combinación más "maqueavélica" la de estos dos...Y ahí están, esperando por el otro, aguardando sigilosamente cualquier paso del que está a su altura ¡Vaya, qué bonito!