Hola a todos,
La verdad es que estoy un poco frustrada porque no entiendo a este hombre. Os cuento la historia
Al asunto.
15 Diciembre 2011. Un hombre (presumiblemente un hombre de bien) de 34 años me manda un email en Meetic con intención de saber más de mí. Intercambiamos emails. Él, cree conveniente dejar claro que no está en Meetic para hacer amigos sino para encontrar una pareja. Le parezco/me parece interesante, hablamos durante 3 o 4 días por msn. Bien, normal. Sugiere que tomemos algo el día 30 para conocernos en persona, hasta el momento sólo hemos visto fotos. Ese mismo día cancela la cita por encontrarse en cama con gripe. Me llama para disculparse y, ciertamente, la voz es de gripazo.
Nochevieja.
Al volver a casa sobre las 2am, mando un mensaje a varios amigos felicitándoles el año nuevo, a él, lo incluyo. Me constesta ipso facto. No ha salido sigue convaleciente (que utilice la palabra convaleciente para referirse a un constipado me hace reír, ¿qué os pasa a los hombres que tenéis un poco de tos y ya os pensáis que os váis a morir?) Añade en el sms que "tiene ganas de conocerme" Le digo que cuando se recupere quedamos sin problemas, y él contesta "¿palabra?" Sí, le repito, sí palabra.
Al día siguiente me llama. Acordamos vernos el domingo. Queda una semana por delante.
Lunes.
Hablamos un poco de todo. Está cansado, sigue enfermo y ha tenido un laaaargo día en la oficina. Me promete que al día siguiente hablaremos de todo lo que yo quiera: dinero, sexo, religión...
Martes.
Empezamos la charla. Sexo. Era de esperar.
No sé cómo pero terminamos hablando claramente de fantasías y tal y tal. Antes de irme a dormir me manda un sms "Me ha encantado hablar contigo esta noche". Yo me duermo con una sonrisa de tonta.
Miércoles. Jueves. Viernes.
La conversación se nos va de las manos. Ya no sólo es vía msn, sino sms, llamadas, a todas horas. Inventamos un juego. Tendremos una primera cita el domingo tal y como acordamos. Si ambos queremos seguir adelante, en las siguientes citas elegiremos distintas "tarifas sexuales" Si tomamos un café, haremos una cosa. Si tomamos una copa, haremos otra. Si cenamos, no sé que...
Sábado.
Le pregunto si a las 5 el domingo le viene bien. Me dice que es muy pronto porque comerá con sus padres y que a medio día me llamará para confirmar la hora.
Domingo. 12.30h.
Sms "Vuelvo a estar en cama con un poco de fiebre, esto es desesperante" Yo, me mosqueo. Lo llamo - admito no para desearle una pronta mejora sino porque quería comprobar si tenía voz de enfermo-. Ok, ok, sí la tenía. Pero aún así, yo creo que si tienes un pelín de interés, vas a la cita, no? Aunque después pienso, si usa la palabra convaleciente para un constipao y está tres días sin salir de casa, pues vete tú a saber. En la llamada le pregunto si tiene alguna intención de que nos veamos y le pido que sea sincero. Responde que sí, que si no la tuviera me hubiera dicho algo como "haz marcha, ya hablaremos, blablabla". Creíble. ¿No? ¿O es que soy una ingenua y me lo creo todo?
Semana siguiente.
No sms. Apenas hay conversaciones por msn. Si las hay es él el primero que empieza pero aún así. No volvemos a hablar de sexo, de nada vamos.
El miércoles le pregunto si quiere que nos veamos el viernes. Esta vez pido yo la cita no vaya a ser que se piense que siempre tiene que pedirla él.
Respuesta: "Estoy en Dénia por trabajo". ¿Y el fin de semana? "Eso es otra cosa". ¿¿¿???? A cuadros. Me mosqueo. Mucho. Lo llamo.
-Joven... ¿cómo está usted señorita?
-Bien, gracias. (todavía le noto la voz mal y le escuho moquear y le pregunto si sigue enfermo. Me confirma que así es)
No puedo aguantar más y se lo pregunto sin rodeos.
-¿Tienes alguna intención de que nos conozcamos? Sinceramente, no entiendo como se puede pasar de tramar excitantes jueguecitos sexuales a la ignorancia total.
Él parece molesto.
-Si, si que tengo intención. Pero ahora mismo, estoy preocupado por el trabajo, tengo que ir el viernes a Dènia y no sé ni a que hora volveré, sigo enfermo y, a estas alturas no sé qué voy a hacer el fin de semana, pero ya no contigo, contigo, con mis amigos, mi familia. Sí que quiero conocerte pero si te tengo que decir ahora mismo un día, una hora, un lugar, no puedo.
Me siento como una niñata. Y me enfada, porque no lo soy. Pero vamos a ver, a mi no me parece normal. Entiendo que tenga un trabajo super absorvente (es economista) y que esté preocupado y tal, pero a ver... que no es para tanto. Esto debería ser simple, no? Quedar con alguien con el que has conectado a tomar un café para conocerse es natural y espontáneo, no? O es que estoy mal yo??
Le pido mil y una disculpas porque me siento mal, la verdad.
El sábado a las 23.30h me manda sms.
"Qué haces hoy?"
"Acabo de llegar a casa, voy a escribir un rato, y tú?
"Concierto"
"De quién"
No contesta.
El Lunes charlamos apenas un poco por msn. El Martes le envio un sms y no me contesta. El jueves le pregunto si está molesto conmigo, dice que "para nada, de verdad". Y ahí termina todo.
Anoche le mandé un email tarde, antes de irme a dormir, él ya se había ido a la cama hacía rato. Diciéndole que no le entendía cómo se podía pasar de tramar jueguecitos sexuales y después pasar a la ignorancia total. Que me dejaba con la duda de qué podía haber surgido de todo esto y que sí quería empezar de nuevo y seguir hablando conmigo genial y si no le deseaba suerte en la búsqueda de la mujer de su vida (resumo porque el email era extensito). Me contestó el email a las seis de la mañana. Diciendo que sería genial que pudiéramos empezar otra vez que sentía mucho su actitud de los últimos días y que a la noche lo hablabamos todo. Así lo hicimos y me dijo lo preocupado que estaba en su trabajo que no sabía que iba a pasar, en fin. Hoy, se ha conectado al msn y ni bola de nuevo!!!!! Lo mato!
Me tiene loca, en serio. Alguien sabe qué pasa? No sé qué pensar.
Gracias de antemano.
Un beso
Mostrar más