Es sensible, etérea y frágil, casi como si se hubiese escapado de un cuento de hadas. Sin embargo, debido a la doble naturaleza del signo, la mujer Piscis también puede ser muy fuerte y masculina. Es propensa a pasar por fases donde carece de vitalidad porque es muy susceptible al mundo exterior. Una gran esposa y madre, que sabe adaptarse perfectamente a cualquier situación. Todas las mujeres Piscis tienen un gusto exquisito para la comida y la decoración.
Desde pequeña imagina una familia con un hombre cariñoso y comprensivo, que la defienda. Por lo general, es una madre muy presente, simpática con los niños, sin demasiada autoridad.
En función a los aspectos disonantes de su carta natal, puede estar inclinada a la sensualidad excesiva que le puede hacer pasar malos ratos con el sexo masculino.
Esta sirena es una mezcla de misterio angelical y fascinante y un aire de tibieza muy dulce. Sus ojos parecen mirar profundamente a los mundos más allá de nuestra imaginación. Es nostálgica, está llena de un anhelo inocente.
Generalmente no es muy habladora o, si habla, los significados son siempre inconclusos, como si esperara la opinión de alguien más para rectificar. Tiene mucho encanto personal; puede ser mental y racional si la situación lo amerita.
La mujer Piscis es todo el romanticismo y todas las historias de amor del mundo en un solo cuerpo. Siendo representada por la confusión, también es discreción y un corazón repleto de ensueños ocultos.
No miente, ella misma es un límite distinguido entre la verdad y la mentira, siempre cuidando de que su mundo interior no sea revelado, asaltado, atacado.
Parece resistirse a los machos conquistadores que llegaron de una dirección desconocida e inesperadamente, pero en realidad tiene miedo de lo que pueden descubrir de adentro suyo, y que salga herida. Quizás quedes confundido a veces, esperando cumplidos y la certeza de que sigues siendo amado y deseado por ella. En cuanto a lo erótico, se debate entre el miedo y la vergüenza y teme ser abandonada, por lo que el amor tiende a ser una novedad increíble para ella.
Sólo ansía que tomes su cabeza entre tus manos, la coloques en tu pecho y, mientras escucha los latidos de tu corazón, le acaricies el cabello suavemente diciéndole que nunca la abandonarás. De ese modo se convertirá en la chica más agradable que hayas conocido. Nunca te dejará solo, en todo momento te aconsejará y te cuidará. A veces puede pecar de servicial, pero no te molesta, ¿verdad?.