Estás enamorado/a de Aries?
Si estás enamorado de alguien nacido bajo el signo de Aries, ya sea hombre o mujer, otórgale estabilidad y un sinfín de halagos. Aries gusta, y necesita, ser notado, y destellará en el brillo de tu afecto y atención.
Ligeramente egocéntrico, este individuo suele pensar y hablar en primera persona (sin presumir hablar por otra). Capaz de cuidarse a sí mismo, Aries piensa que tú también eres capaz de cuidarte por tus propios medios.
Dado que es uno de los signos más fuertes, Aries puede ser increíblemente insistente, incluso, agresivo. Si quieres vivir feliz para siempre con esta alma, deberás aprender a echarte atrás. No es que Aries quiera pasar por sobre tu cabeza, pero verdaderamente crece a partir de los desafíos y disfruta de las batallas. Por lo general, Aries asumirá que a ti también te gustan las batallas. Utilizando tu ingenio y tu simpatía impresionarás a este ser mucho más que entablando cualquier especie de desafío.
Por otra parte, Aries es amante de la cacería. Ellos (o ellas) disfrutan de sentarse en el asiento del conductor y perseguir a su potencial amante, empleando su astucia y su repertorio de movimientos tácticos. Debes saberlo: perderás el interés de este predador en un instante si resultas una presa muy fácil de atrapar. Si sabes cómo escabullirte, tendrás mejor suerte con Aries. Siendo un poco esquivo, especialmente en el principio, será un desafío ineludible para este cazador.
En otro orden, Aries necesita actividad física y ama la competencia. Si no eres, particularmente, una persona física, asegúrate de alentar a tu amor para que dirija sus energías hacia su propia persona. De lo contrario, verás que tienes pocos argumentos para seguirle el paso.
Una cosa de la que puedes estar seguro es que el rencor de Aries es muy breve. Esta persona tiene demasiadas cosas para hacer como para perder tiempo en cicatrizar heridas y, lo más probable, es que olvide cualquier actitud mala en cuestión de horas.
Por último, no esperes que Aries lea tu mente, si estás esperando que lo haga. Y si lo hiciera, resultará que su lectura tiene poco y nada que ver con al realidad. Al igual que una lluvia torrencial limpia la tierra del pavimento, una buena noche de sueño, o el paso de algunos pocos días, limpiará las telarañas de la mente de esta alma.
