Ojala todo terminara ahora mismo

En la soledad de mi mundo
de mi abismo
espero acechante en la oscuridad
el momento para matarme.


En la soledad de mi sueño
no deseo vivir
no quiero seguir,
sólo dormir
para no volver.


La soledad de mi mundo
ha vuelto a nacer
cubierta de indiferencia
llena de miseria.


En la soledad de mi vida
mi premio es amarte,
mi castigo perderte
no hay marcha atrás
no tengo otro camino.


En la soledad de mi alma
quisiera perderme
quisiera olvidarme
de cosas dichosas.


En la soledad de mi muerte
aspiro a la vida
me arrepiento cada día.


En la soledad de mi ser
anhelo volverte a ver
y decirte por una vez
lo mucho que te amé.

Ojalá me muriera mañana
Ojalá me muriera mañana

Porque no? Porque si?

Para que?

Ya nada tiene sentido, pero en realidad nunca lo tubo. En realidad el mundo nunca quiso que yo estubiera allí. No paro de pensar en que todo sería más cómodo si nunca hubiera pasado por ahí. Sólo soy capaz de corromper lo que toco, quiera o no sólo daño al mundo. Antes no me molestaba, cuando no tenía nada por perder, pero una vez has perdido, ya todo es distinto.

Ya no puedo seguir luchando por algo en lo que ya no creo. No puedo seguir buscando un sueño cuando todos los sueños los he perdido.

No puedo evitar sentir algo de nostalgia. No podré hacer todas las cosas que tal vez debería hacer, pero tengo tanto miedo. Estoy tan convencida de que lo haría todo mal. Tan convencida de que soy incapaz de no decepcionar a los que me rodean. Duele demasiado causar dolor, pienso.

ya he tomado una decisión, las cartas han sido mandadas, y los mensajes dejados, ya sólo me queda una cosa por hacer, pero soy débil.

El tiro abre un agujero en el suelo y se oyen gritos fuera, aun tardaran un rato, tengo tiempo de sobra. Primero me pongo en cañón en la sien, pero quema. Así que prefiero ponerlo en mi boca, con cuidado de que no toque nada. Suspiro, las últimas palabras que habré dicho en mi vida son las únicas en las que he creído de verdad, dentro de todo, no esta tan mal, pienso con amargura.

Gracias
gracias por tus palabras aunque no puedo entregarle mi dolor a dios porque he perdido la fe en el ya no creo en ningun dios ni tampoco aferrarme a quien me quiera bien cuando no tienes a nadie.

Ningún hombre se merece....
nada, y mucho menos suicidarte. Es un acto de cobardía, porque yo lo he comprobado en mi círculo de amigos. Es mucho más valiente plantar cara, decir lo que debas decir y continuar con tu vida. Pasar los malos momentos y disfrutarla. Yo he sido engañada, usada y tirada, he sentido tanto dolor que creía y quería morirme, pero no daré ese gusto a nadie, no me quitaré del medio, estoy aprendiendo a vivir el presente y cuanto más sonrío, mejor me siento. Si sonríes, te sientes mejor y si te sientes mejor, sonríes. ¿?
Son decisiones que allá cada cual lo que quiera hacer con su vida, pero....por un hombre....desde luego que no.