En respuesta a carim_5617610
Hola a todos, necesito ayuda sobre mi caso, les explico lo más breve que pueda: la conocí en el 2018, cuando éramos compañeros de carrera. Yo le hablé a finales de octubre de ese año, cuando me le acerqué para prestarle unos libros, porque noté que le gustaba leer, y como a mí también me gusta mucho, se me ocurrió esa idea. Antes de esto, lo que me motivó fueron sus miradas, su coqueteo. Entonces, los días pasaron, y las cosas se enfriaron aún más. Debo admitir que cuando conversábamos solo eran de trivialidades, sobre mis cosas, sobre sus cosas, su familia, sus gustos, y eso. Y la verdad es que en algún momento llegué a comportarme de manera desconsiderada, no porque me lo dijera, sino porque con el tiempo, hasta el día de hoy, me doy cuenta de que no le decía las cosas que quería realmente decirle, no le hablaba de los temas que quería hablarle, todo para no equivocarme, producto de la inseguridad. Entonces, esto fue una de las cosas que, creo yo, llevó a que nos distanciáramos.
Otra cosa, en ese entonces la invité como tres veces a salir, solo una me dijo que podría ser, y como era de esperarse, eso no pasó y no volví a preguntarle porque ya me sentí muy invasivo. Al último, cuando nos mensajeábamos por wsp, me dijo que ella era así con la gente que no era de su confianza, que no tenía que darle explicaciones a nadie. Y sí, eso es la pura verdad, fue lo que me hizo sentir que estaba muy al pendiente de ella
Cuando inició este año, nos saludábamos muy distante, apenas nos veíamos a las caras y cuando nos juntábamos con los demás compañeros nosotros no hablábamos. Yo soy callado y siempre sentí que estaba de sobra en ese grupo, me veían con recelo así que cuando los meses transcurrieron, en julio, decidí abandonar la carrera porque empecé a tener ataques de ansiedad; fue ahí que perdimos contacto defenitivamente. A todo esto, nunca padecí lo que muchos la frialdad propia de acuario, ni su desdén, ni mucho menos su distanciamiento. Lo respeté a raja tabla, porque con ascendente en acuario yo soy muy parecido a ella. Entonces, lo acepté así como vino, sin reproches.
En fin, la cosa es que hace una semana le envié un mensaje para no dejar de hablar y disculparme en cierta manera por haber sido tan engreído al principio, cometí mis errores y me dejé llevar por el miedo, y cuando eso pasa recurro a la soberbia, como un niño. En el mensaje le pregunté cómo estaba y que si le gustaría que le preste otros libros, para no perder el detalle de compartir el gusto por la lectura. Pero no respondió. No me preocupa que sea así, entiendo su estrés por la universidad ya que estudia dos carreras, entiendo que su cabeza vuela sin cesar, y que lo último que tiene en mente es responder mi mensaje. Pero pienso y pienso, la ansiedad hace lo suyo, y realmente quiero darle los libros, quiero darle uno en especial que es sobre un escritor que le gusta mucho. Entonces, pregunto ¿debería aguardar un poco más su respuesta?¿o solo dejar de pensar en ello, como si nada? No podré con lo último porque seguiré intentádolo, pero quisiera saber sus opiniones. Desde ya, les agradeceré lo que tengan para decir, gracias a todos!