Cuando soñamos con una caída, lo primero que debemos hacer es comprobar que la barandilla de nuestro balcón, la escalera de mano y todas las cosas que puedan provocar una caída estén bien sujetas. No resulta nada extraño que el inconsciente registre que hay algo inseguro en los objetos que utilizamos y que podrían acabar con una caída de verdad.
Una vez comprobado que no se corre un peligro real, se pasa a descubrir el significado de la caída onírica. Puede ser reveladora de una angustia determinada originada por un desequilibrio psíquico o por el miedo a un fracaso social o económico (por ejemplo un futuro despido) o quizás el miedo a perder el cariño de alguien. No podemos pasar por alto que en la religión cristiana la palabra caída es sinónimo de pecado.
Soñar con una caída revela siempre un estado de desequilibrio interior, de temor y angustia. Puede ser miedo a una caída en el plano profesional, porque no nos consideramos capacitados para un determinado puesto, o una caída social, donde alguien deje de tenernos cariño y perdamos el prestigio. La caída onírica representa también el temor a peligros o desgracias.
No resulta nada raro que las causas de estos sueños sean orgánicas, ya sea un problema digestivo o una lesión en el oído interno que nos pueda dar una sensación de vértigo que se manifieste en el sueño como una caída en el vacío.
La mayoría de las personas le otorga un significado negativo a los sueños de caídas. Caer bruscamente hace prever una ruina imprevista, pero si el soñador se levanta rápidamente se tratará de un problema pasajero que sirve de advertencia. Por su parte, caer en el suelo hace referencia a un susto, mientras que hacerlo en una fosa hace prever una mala reputación. Como vemos, casi todo con significado negativo.