La conquista del cielo: Los humanos empezaron a invadirlo con las cometas, y a veces, estos aparatos fueron tripulados por seres humanos, le siguieron los globos de aire caliente, así como más tarde lo hicieron los aeroplanos, jet, helicópteros, ultraligeros y alas deltas, pero el vuelo humano no se convirtió en realidad hasta hace muy poco, hoy por hoy todavía confiamos en las máquinas para que nos propulsen a los dominios de los pájaros.
Entre las pistas de aterrizaje de los modernos aeropuertos, los pájaros anidan ante el espectáculo de las modernas máquinas voladoras de los humanos, y no los culpo, si yo fuera pájaro también estaría satisfecho.
El aire es un amigo, es un viento fresco en un día caluroso, es una carta o un folio mecanografiado, una llamada telefónica o una conversación, es la fuerza que dispersan las hojas caídas y llenan las velas hasta hincharlas, el hermano gemelo del fuego, los rituales de este capitulo son diversos en sus formas, y propósitos pero todos entran de llenos en el ligero reino del Elemento Aire.
Ritual para estimular la creatividad:
Para este ritual necesitará una flauta, o un instrumento de viento, puede utilizar una flauta de pan (suave), una armónica, un silbato, o incluso una trompeta, pero es mejor que utilice un instrumento de madera o de bambú.
Si no había utilizado estos elementos con anterioridad, aprenda algo de ellos antes de usarlos para la magia, asegúrese de que puede conseguir los sonidos que desea, entonces, haga lo siguiente:
Encienda una vela amarilla y mantenga detrás el instrumento de viento mientras dice estas palabras:
Magia de la música ven a mi.
Magia de la música déjame ver, la música despierta a la musa, en mi interior.
Magia de la música ven a mi.
La magia de la música me habré al misterio de la música.
La mente mística se ha despertado.
La magia de la música me liberará.
Visualícese escribiendo esta carta, componiendo aquel discurso, acabando aquel cuadro, tejiendo aquella alfombra o empezando a trabaja r en aquel libro que hace tiempo quiere escribir.
Ahora toque el instrumento unos segundos, no tiene que tocar una canción: simplemente deje a la flauta que traiga su energía a través de la música.
Una vez lo haya conseguido, deje el instrumento y manteniendo lo a la vista, haga su trabajo creativo.
Si su mente consciente se bloquea una vez mas, toque la flauta unos instantes y vuelva a su trabajo, cuando de por concluida su jornada apague la vela con el instrumento musical y guárdelo en algún lugar especial hasta la próxima vez que lo necesite.