La Luna en Tauro es la culpable de la exaltación en el ser, su efecto es por lo tanto muy poderoso para el bien nuestro, nos mostramos muy gentiles y muy confiados en sí mismos. Nos da también perseverancia, previsión y bondad, por lo tanto las personas nos atraemos y atraemos las buenas cosas de la vida, como la salud y las riquezas, a los amigos y la familia, y tenemos una gran capacidad para disfrutar de todo. Somos sociable y hospitalario, y amamos el arte, la música y todas las demás cosas que nos proporcionan disfrutar de la vida. A la vez la Luna en Tauro nos hace cautelosos, fiables y disciplinados, esto hace que en las relaciones personales no nos comprometemos a la ligera, pero una vez que lo hacemos damos todo y esperamos lo mismo, ya que nos gusta la estabilidad y un buen ambiente para el crecimiento y el bienestar personal.
Cuando la Luna esta en Escorpio, sentimos que la alegría, la pasión, la traición, los celos, el amor y el deseo, ocupan el escenario de nuestra vida, al estar regentado por los planetas Plutón y Marte, a los que le dieron nombre de dioses romanos, Plutón esposo de Proserpina, a quien raptó para casarse con ella. Marte dios de la fertilidad, para otros de la guerra, ya que para el amor en algunos casos hay que pelear y sufrir. Es un signo de agua, en el que surge una personalidad que se siente que hay que padecer en el contacto con la vida, es cuando mas cariño y protección necesitamos en las situaciones y cuando comunicamos una intuición llena de sentimientos y humanismo hacia nuestros seres queridos y conocidos, a la vez con disciplina, fortaleza, resistencia y coraje, también necesario y parte de la vida, para la que tenemos que estar preparados en situaciones duras, por las que todos tenemos que pasar tarde o temprano. Así que esta luna obra en serio. Escorpión es un signo muy intenso, es cuando profundizamos en todas las emociones, hasta el punto algunas veces de obsesión.