Relato...
Grillo Saltarín amaba todo cuanto le rodeaba. A decir de todos ser sus amigos, se alimentaba de las hojas secas que se hallaban en el suelo, con el fin de evitar dañar a las tiernas hojas de las plantas, que eran sus amigas.
Un día de tantos, Saltarín se encontró con un habitante más en aquellos jardines. Aquel personaje era el Maligno escorpión, que al ver a Saltarín, le saludo y le dijo:
-"Mira amigo, aquel globo cubierto de operarios, en su interior contiene el néctar de los sabios."
Saltarín grillo volvió su mirada y vió el gran globo que rebosaba y escurría un café claro que parecía ser delicioso. Maligno prosiguió:
-"Si alguna vez probaras la miel que allí se encierra, lo superior te hicieras, de cuanto hay en la tierra. Correrías más que el galgo, ventajoso tu vuelo al del águila misma, te haria Mas fuerte que el leopardo, mas hermoso que el pavo vistoso.
Saltarín grillo se quedo atónito, y al escuchar aquella relación se quedo pensativo. Saltarín amaba tanto a su prójimo que a veces rayaba el limite entre la inocencia y la ignorancia absoluta. Aun así, se atrevió a preguntarle a maligno:
-"¿Por qué usted, excelente y muy señor mío, con tal conocimiento, no se ha deleitado, con el néctar que causa ese portento?".
Maligno era astuto, y al ver que a pesar de su inocencia, Saltarín no dejaba de preguntarle, contesto rápidamente:
-"Antes de ayer lo supe, y al momento bebí tanta, que ya casi reviento. Hasta seis días pasados, se iniciara el efecto y a los nueve sin duda estará ya perfecto.
Le hice un hoyo por abajo a un panal corpulento, y la miel me sobro para mi experimento."
Saltarín, quedase pensativo durante unos instantes, y por su amor e inocencia, respondió con justa complacencia:
-"Me voy pues, y si logro esta empresa, reconocido siempre, le estaré a su alteza."
Maligno se froto las tenazas y se dijo muy quedamente:
-"Anda, has caído en mi trampa. Solo espero que te pese."
Saltarín se dirigió al panal pensando en la hermosura y complacencia de recibir el néctar que le hará poseer más amor. Así, llego Saltarín cerca del avispero, al cual contemplo extasiado. Por fin se determinó y en la parte de abajo, principio una abertura con increíble trabajo.
Lo que Saltarín grillo no sabía, es que un centinela dio aviso a las tropas de ataque, de que un intruso, taladraba las murallas que tantas fatigas les costaran a los obreros.
Cien lanzas se destacan y a marcha redoblada, llegan al sitio mismo, en el que Saltarín trabajaba. En un instante le sitian, le hieren sin piedad, Saltarín no sabe como podrá escapar.
Lleno de contusiones, de dolores sin cuento, se retira por fin, con aquel doloroso escarmiento.
Ya lejos y con grandes dolores, por las lanzas que han sido incrustadas en él, alcanza a llegar a un pequeño arroyuelo. Sus diminutos amigos de los bosques se aproximarón a él, e inmediatamente, procedieron a recolectar las plantas, para la elaboración de los ungüentos que al fin le han de salvar la vida.
Siguiéndoles a pocas distancias, y sigilosamente, el maligno escorpión los mira, al tiempo que pasaba, y en forma indiferente estas palabras rezaba:
-"Cuando logro hacer el mal, sin sacar yo la cara, me contemplo feliz, y nada me hace falta."
Una vez que los amigos de Saltarín, le curaban, una abeja mielera que hacia su ronda noto el alboroto que ocurría bajo sus narices, e inmediatamente bajo a ver que ocurría. Al acercarse reconoció al grillo y así dijo:
- "Tus dolores son escarmiento. Como ladrón en la noche llegaste, ahora has de soportar todo el sufrimiento, que en tu atrevido actuar, en tu corazón pensaste."
Saltarín movió su cabecita lo que pudo y así respondiéndole:
-"No fue mi perversa mente la que ha tu nido me llevo, mas al juicio de tu pueblo, por mi voluntad he de explicaros detenidamente:
-"Por mi amor e inocencia a todas las cosas, engañado fui por un perverso y maligno alacrán. Pensando en incrementar mi sapiencia para dar más amor del que ya sois poseedor; así no fue mi intención el robar o hacer mal, mas, si os he forzado a actuar, atacándome con vuestras punzantes lanzas, he de mirar el amor con el que osaron defender vuestro nido."
Al oír aquello, la pequeña abeja, no dudo en su corazón en correr veloz a su nido, y así avisar a la reina que era posible que hubiesen atacado y casi dado muerte a una inocente criatura que lo único que hacia era dar amor a todo. Unos minutos mas tarde, Saltarín veía como llegaban a su presencia, la reina abeja protegida por un sequito de guerreros:
-"Dime, pequeño grillo del jardín.. ¿Es lo que se me ha dicho, cierto?: tu solo sabes dar amor, y por un espíritu maligno y engañador, has deseado obtener nuestro néctar solo con el fin y ansias de incrementar y esparcir tu actitud de amar. Pues, si tu respuesta se hace notoria, aunque mantengas silencio, he dado orden a mis guerreros, por tu simple inocencia, el buscar al maligno escorpión, que el mismo sea martirizado, y que su ejemplo sirva de advertencia al que solo maldad sabe hacer."
Al escuchar aquellas palabras, maligno escorpión trato de huir de aquel lugar, más por el gran amor que poesía, no pudo moverse, mas grande beneficio y enseñanza obtuvo al escuchar las palabras de Saltarín grillo:
-"Os agradezco reina abeja, que os halláis degradado a venir acá, mas venganza no deseo. El mundo es como es y solo depende de nuestro ser el mejorarlo para bien de todos y cada uno de sus habitantes. Por tanto deseo dejaros un legado:
-"El mayor bien y herencia que podamos dejar a la humanidad es: amarla tal cual es, y enseñar el DON precioso que tenemos:
AMAR Sin mirar a quien, AMAR Con el mayor de los deseos Y EVITAR Esparcir daño por doquier o maldad alguna. AMA HOY. HAZLO HOY
Dicho Esto, Saltarín grillo expiró, mas hemos de sentirnos felices, pues su canto eterno perdura hasta el día de hoy.
En cuanto a maligno alacrán, siempre ha de esconderse de su gran vergüenza, y de esa forma, sus pensamientos le mandan a permanecer oculto y a recordar dos palabras que le martillan constantemente en su alma:
AMA HOY. HAZLO HOY
Énfasis:
El espíritu acostumbrado a los golpes de la experiencia, se eleva sobre los demás y adquiere el poder de manejarlos como un valiente general lo hace con las tropas de su mando".
Recuerda:
- Vivir el amor es: aprender del pasado, de todas las experiencias pasadas sin sentir el mínimo de los rencores por nada o nadie.