Y volverás a reír sin motivo alguno hasta que se te escape el alma a carcajadas,
y volverás a amar aunque no encuentres una razón justificada,
y volverás a soñar con los ojos bien abiertos esperando ver tus metas realizadas,
y volverás a volar entre nubes de algodón blancas...
No te preocupes por nada, que todo volverá.
Porque todo es un ciclo de perfección exacta
porque con arrepentimiento no existe karma
porque creas tu futuro a cada instante
dependiendo de tus creencias y actitudes presentes
porque naciste libre y volverás a nacer libremente
de entre tus propias cenizas que abonan tierra firme
con tus lágrimas que dan forma al más hermoso arco-iris.
Y volverás a sufrir si te aferras a lo que tienes,
y volverás a reiniciar un ciclo si temes,
hasta alcanzar la perfección suprema:
hasta tu centro de luz, el equilibrio de tu ser, tu verdadera esencia.
Volverás a sentir lo mismo, a revivir lo vivido si no aprendes de la experiencia:
que no importa lo que suceda sino la lección que extraigas,
que no importa caer sino levantarse,
que no importa odiar sino saber que ese odio se convierte en tu único enemigo,
que en tu guerra eres tú vencedor y vencido,
pues de igual manera escoges ser amo de tu felicidad
o esclavo de la felicidad ajena.
Porque eres dueño de la energía que manejas,
y esa misma energía vendrá de vuelta.
Así que sé consciente de tu onda magnética
porque atraes aquello que emites
y aquello que emites regresa: regresa a la unidad, al origen...
hasta tu centro de luz, el equilibrio de tu ser, tu verdadera esencia.