Oración
Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que recibas en tus manos a...... y que lo libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora nuestra, y desata los nudos que impiden nos unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en él puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos
Amén.
Novena(
(Se recomienda durante la novena confesarse y si es posible comulgar con fervor todos los días o al menos el último)
Primer día
María, Tú que eres refugio de los indefensos, cúbrenos con tu manto protector, alejando de nosotros todo mal y tentación.
Aplasta con tu pie a aquel que trae el pecado y purifica nuestro corazón para que podamos acercarnos a tu Hijo.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Segundo día
A Ti, cuya luz guía a los extraviados nuevamente al seno de su familia, te suplicamos que muestres a nuestros hermanos el camino que conduce al Señor.
En estos días en que las dudas del hombre crecen, renueva nuestra fe.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Tercer día
En estos tiempos turbulentos en que nos ha tocado vivir, estamos rodeados de asechanzas. Te pedimos, Madre Nuestra, que veles por tu pueblo y que intercedas ante tu Hijo, para que proteja a su Iglesia y su rebaño, de aquellos que sólo buscan el mal.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Cuarto día
Muchos son los que hoy sufren. No nos permitas caer en la indiferencia ante sus padecimientos. A Ti, que eres consuelo de todos los que te invocan, te pedimos que hagas germinar en nosotros la semilla de la caridad, pues así también ganaremos la salvación de nuestra alma.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Quinto día
Nuestros pecados y tribulaciones se cierran como nudos en nuestra alma, impidiendo que ésta se eleve hasta Su Señor. A Ti, Virgen desatadora de Nudos, te suplicamos que nos ayudes a deshacernos de estas trabas y liberes nuestra alma.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Sexto día
La familia, que siempre ha sido un núcleo cristiano, se ve hoy agredida y corre el riesgo de disgregarse. Las peleas, los rencores y los malos consejos, separan a sus miembros.
No permitas que eso suceda, Madre Nuestra para que tu pueblo no olvide sus raíces cristianas.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Séptimo día
La cultura moderna exalta el individualismo y la posesión de bienes materiales. Es así como muchas veces tus hijos, es especial los más jóvenes, confunden esto, que no son más que otras caras del egoísmo, con los verdaderos valores.
Te suplicamos, Protectora de la Juventud, que quites la venda que cubre sus ojos y pongas en su corazón las enseñanzas que tu Hijo nos ha dejado.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Octavo día
Señora, Protectora de la Paz, son muchos los pueblos que hoy se desgastan en guerras fraticidas. El corazón del hombre se ha endurecido, haciendo cundir el odio y el rencor.
Haz que reine la hermandad entre los hombres, que es lo que también Tu Hijo desea.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.
Noveno día
Sostén de los fieles, danos la sabiduría y la perseverancia para llevar a nuestros hermanos la Palabra de Dios.
Protege, además a aquellos que en misión cristiana, son perseguidos a causa de su fe.
Rezar Tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.