Hola, hoy por fin me atreví a participar en este foro para contar mi historia y buscar un consejo entre ustedes quienes ya me han ayudado mucho con sus testimonios.
El, un hombre de 56 años, capricornio, dedicado a la ciencia, divorciado, con tres hijos jovencitos. Yo, 31 años, dedicada a la edición de imagen de una revista.
El, frecuentemente se presenta en la universidad para ofrecer conferencias y talleres. Un día luego de tenerlo en mente durante bastante tiempo me decidí a acercarme y decirle que le admiraba profundamente, que era el hombre más maravilloso que había conocido jamás. Algo así, en resumidas cuentas me le planté de frente y le dije lo que pensaba. Su cara me dijo que estaba agradablemente sorprendido y halagado y su amabilidad me dijo que quería mi teléfono o mi correo. Le di mi correo y me fui a mi trabajo desahogada, emocionada y contenta conmigo misma, sin esperar absolutamente nada de él.
Por la tarde recibí por mail una invitación a tomar un café. Sí era él. No respondí de inmediato, me dió un poco de miedo cuando me di cuenta de que mi atrevimiento empezaba a tener consecuencias, así que respondí al otro día luego de concluir: porqué no si me encanta el hombre.
Me iba a ver con un perfecto desconocido, deseaba que pudieramos ahorrarnos las primeras horas o las primeras citas antes de entrar en confianza, este proceso es dificil para mi, no soy desenvuelta, así que estaba angustiada. Mi deseo se hizo realidad, él se ahorr todos los preámbulos y nos besamos a los pocos minutos de estar juntos por inciativa suya.
La pasamos extraordinario, yo me sentia perfecta para él y él para mi. Quedamos en vernos otra vez y así fue hasta que sucedió lo que ya saben: se fue.
Luego de unos meses, regresó, dijo haber tenido miedo de iniciar una relación a su edad, dijo no contar con los ánimos suficientes para hacer otra cosa que su trabajo, dijo sentirse ridículo y poco merecedor de un amor de alguien 25 años más joven y que prefería la tranquilidad. Le dije que lo entendía y me fui.
Me buscó otra vez con un pretexto tonto, volvimos a acercarnos, se volvió a angustiar por su " insensatez" y aquí estoy. Esperando que deje de pensar en tanto lío y se permita ser feliz con mi compañía, que según sus palabras, le gusta mucho estar conmigo, me quiere, le gusto mucho, siente pasion y ternura, pero su seriedad no le permite caer en algo tan jocoso.
¿es sincero? ¿qué hago? ¿lucho por esto o me retiro? Estoy enamorada de él desde hace mucho tiempo, amor platónico si quieren pero intenso y sincero.
¿qué hago y cómo? Ahora está ausente y yo triste.