[Elpiney, me has puesto casi en modo auto-análisis]
Leí ayer una frase que espero jamás sea confesada a una libra (o a un libra): "si dejamos por causas ajenas a mi voluntad, seguro buscaré otra del mismo signo..."
Es que para los libra (mujeres y hombres) nos duele el amor que puede irse, nos duele pensarlo, nos duele muchísimo más si nuestra pareja pone de algún modo, debajo de nuestros ojos la evidencia de que es posible una vida para allá de nosotros. Para mi eso es algo impensable.
Creo que los celos (que disfrazamos muy mal), trabajan para este fin, pero en verdad, tengo que decir que me es insoportable pensar que puede haber un después de mi, o un a pesar de mi, en fin, un que no yo.
Claro que si intento ir un poco más lejos, veo que no se trata de pensar en un triangulo, yo-mi mujer-otro, pero de la competición que alimenta ese triangulo y yo, del punto de vista amoroso no soy competitivo, sea porque nunca lo he necesitado, sea porque la competición tiene una componente de agresividad que yo canalizo para el gimnasio, talvez de algún modo para los estudios pero tengo dificultad en administrarla racionalmente dentro de una relación y en el amor, si hay agresividad pero es de otra naturaleza y si duele es un dolor dulce.
Pero vamos, la existencia de un triangulo de esa naturaleza seria imposible porque si existiese otro en la vida de mi chica, yo hasta podía batir con la cabeza en la pared pero no lucharía por alguien que me ofrece un amor menor o me lo entrega por iniciativa propia. La entrega en el amor, acontece por encantamiento y no menos que eso aceptaría en mi vida, tampoco entre alguna vez en la vida de alguien de forma racional y fría.
Así es que no me gusta para nada pensar en algo que siento dentro de mí, que si es una posibilidad para alguien es que no me ama tanto así.
Yo se que puede ser tontería, pero en el amor yo no puedo, no quiero, no se vivir de haz-de-cuenta. No hay "pero" ni media medida. Es todo o nada. Es el absoluto. El amor me crece entregándome, recibiéndola, soñándonos, viviendo una intimidad hecha de pieles desnudas, de cuerpos sacudidos, de pasión, de erotismo,de despertares, de risa, de besos, caricias, ternura, pero también de momentos banales, la búsqueda de las jeans preferidas, del perfume que se gasta, de la urgencia del spaghetti para la cena, del café de la mañana, del trayecto para el trabajo, la llamada solo para decir te amo y...de banalidad en banalidad, enamorados vamos sacralizando los espacios, los objetos, los proyectos, los sueños, los olores, los sabores, las palabras que nos pertenecen, los códigos, y en todo, el mensaje es siempre epidérmico, audible, intimo y nuestro. Sentir que se puede perder esto, más...sentir que ella puede vivir lo que vivimos nosotros de ella a través de nuestros sentidos, en los sentidos de otro, es pura tortura para un libra.
Entonces, la frase
"si dejamos por causas ajenas a mi voluntad, seguro buscaré otra del mismo signo..."
aunque signifique "la amo tanto que si por algo la pierdo, quiero seguir viviéndola amando alguien con estas características", no es aceptable para alguien de libra que amando, se entrega tan profundamente.
Pero si escucho "El mundo puede cambiar, pero estoy enamorada de ti cuanto baste, para jamás poder enamorarme de nadie más"... Es tonto? Todavía es algo que instila confianza en un (a) libra y es dulce porque traduce algo como aceptar que puede acontecer alguna modificación en la relación, en la vida y hasta en los sentimientos, pero no lo suficiente para ser posible amar fuera de nosotros, cambiando de amor y de piel.