Donde reposa los restos de san jose maria escriva de balaguer roma iglesia s,m de la paz

Santa María de la Paz

Santa María de la Paz
Iglesia Prelaticia del Opus Dei

Un lugar de oración donde reposan los sagrados restos de San Josemaría Escrivá de Balaguer

El cuerpo de san Josemaría reposa en una urna situada bajo el altar de la Iglesia de Santa María de la Paz. Millones de personas en todo el mundo acuden a San Josemaría para solicitar a Dios nuestro Señor gracias de toda clase. Y son muchos quienes se acercan hasta la Iglesia Prelaticia para seguir pidiendo o para agradecer las gracias recibidas por su intecersión.

San Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (España) en 1902 y fue ordenado sacerdote en 1925. La universalidad con que nació el Opus Dei y su gran amor a la Iglesia y al Papa llevaron a Mons. Escrivá de Balaguer a trasladarse a Roma en 1946. Desde la ciudad Eterna difundió por los cinco continentes la llamada a la santidad a todos los fieles cristianos. Falleció en Roma el 26 de junio de 1975. Fue canonizado por el Papa Juan Pablo II el 6 de octubre de 2002.

"San Josemaría fue escogido por el Señor para anunciar la llamada universal a la santidad y para indicar que las actividades comunes que componen la vida de todos los días son camino de santificación. Se podría decir que fue el santo de lo ordinario. En efecto, estaba convencido de que, para quien vive en una perspectiva de fe, todo es ocasión de encuentro con Dios, todo es estímulo para la oración " (Juan Pablo II).


Altar donde reposan los
sagrados restos de san Josemaría

La iglesia
El 31 de diciembre de 1959, San Josemaría celebró la primera Misa en Santa María de la Paz, que desde la erección del Opus Dei como Prelatura personal pasó a ser la Iglesia Prelaticia. La devoción de Mons. Escrivá de Balaguer a la Virgen es la razón del título de la iglesia y de la imagen que la preside. En la cripta de la Iglesia se encuentran la Capilla del Santísimo y los confesonarios. San Josemaría predicó con incansable celo la necesidad de frecuentar los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía, dones de Dios a sus hijos los hombres, fuente de paz y de alegría imperecedera.

"Santa María es así la invoca la Iglesia la Reina de la paz. Por eso, cuando se alborota tu alma, el ambiente familiar o el profesional, la convivencia en la sociedad o entre los pueblos, no ceses de aclamarla con ese título: Regina pacis, ora pro nobis! Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! ¿Has probado, al menos, cuando pierdes la tranquilidad?... Te sorprenderás de su inmediata eficacia" (San Josemaría Escrivá de Balaguer).

En la cripta está enterrado Mons. Álvaro del Portillo (1914-1994), Obispo y primer sucesor de San Josemaría al frente del Opus Dei.Cardenal Errázuriz
"Afianzar una Paz duradera en los Corazones de Todos"

Los desmanes del terrorismo, el peligro efectivo de los fanatismos religiosos, la destrucción de la convivencia pacífica entre pueblos cercanos y hermanos, hacen de nuestra época un tiempo de búsqueda intensa de paz y reconciliación, dijo el Cardenal Arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, en la homilía que pronunció durante la toma de posesión de la Iglesia Santa María de la Paz, en Roma.

En pleno corazón de Roma, a un costado de la Plaza Navona, se encuentra la hermosa Iglesia Santa María de la Paz, asignada por el Papa Juan Pablo II a Monseñor Francisco Javier Errázuriz, durante el Consistorio en que fue creado Cardenal. La toma de posesión tuvo lugar el 15 de octubre pasado, durante una solemne Eucaristía, a la que asistieron autoridades eclesiásticas, diplomáticas y numerosos fieles.
Esta vinculación con la Iglesia de Roma, bajo la intercesión de la Virgen María y con este título tan significativo, es para mí motivo de agradecimiento y de gozo, señaló monseñor Errázuriz.

La advocación de la Virgen con este hermoso título, se hace cada vez más intensa, sobre todo cuando vacilan los cimientos de la convivencia humana, se resquebrajan las relaciones personales y sociales, y se hace más amenazadora la tentación de resolver los problemas con la prepotencia de las armas, agregó el Arzobispo de Santiago.

Afirmó que la mirada materna de María nos invita a reconocer las situaciones desde las que puede brotar la violencia y el odio: situaciones de injusticia, de hambre, de violencia institucionalizada, de falta de respeto elemental por la vida humana, desde su germinar bajo el corazón de la madre y su maduración fecunda, hasta el término natural de la historia de cada uno, que es su entrega amorosa al Creador.
Monseñor Errázuriz planteó que no hay paz duradera donde no se erradican del corazón humano y del tejido social las causas que impiden la convivencia y la solidaridad. No hay paz sin fraternidad verdadera, fundada en la conciencia de nuestra dependencia del Creador y de nuestra vinculación a Cristo.

En su homilía, el Arzobispo de Santiago propuso encomendar a Santa María, Reina de la Paz, dos preocupaciones centrales para nuestro país: afianzar una paz verdadera en lo social y familiar. Necesitamos -dijo- afianzar una paz verdadera en los corazones de todos. El proceso de reconciliación, en el que la Iglesia con responsabilidad y esperanza ha asumido un compromiso leal y decidido, no ha concluido todavía. La purificación de la memoria, condición indispensable para el perdón y la reconciliación entre cristianos, tiene también unas exigencias de sinceridad con Dios, de amor a Él y a los hermanos, y por eso de justicia, de reconocimiento de los errores pasados y de los males cometidos (...) Juntos estamos llamados a edificar un futuro mejor, una familia nacional reconciliada, a forjar una paz social que nos está exigiendo acortar las distancias, también entre ricos y pobres, favorecer la igualdad de oportunidades en el trabajo y en los derechos sociales, lograr condiciones de vida auténticamente humanas para todos, especialmente para los más necesitados.

Desde esta Iglesia, que fue un santuario y que volverá a serlo por gracia de Dios y uniéndonos a la tradición de los fieles de la urbe, queremos poner en el corazón de la Madre a todas las familias chilenas y de nuestros pueblos, pidiéndole que ella nos enseñe a construir la paz familiar y nos eduque, con su presencia en cada iglesia doméstica, a formar hogares que sean santuarios de paz, como fue el hogar de Nazaret, finalizó señalando el Cardenal Arzobispo de Santiago.

Iglesia Santa María de la Paz

La historia de la Iglesia Santa María de la Paz señala que en 1482, en medio de disturbios de la agitada vida política en la península itálica, una piedra golpeó una imagen de la Virgen que se veneraba en una pequeña capilla. De la imagen brotó sangre, lo que impactó profundamente al pueblo romano. El Papa Sixto IV ordenó construir una iglesia más digna en el mismo lugar, en honor de esta imagen de María. En 1484, el Papa Inocencio VIII le da al templo en construcción el carácter de gratitud, por el fin de la guerra que enfrentaba a los Estados Pontificios con otros Estados italianos. Desde entonces, la imagen y el templo llevan el nombre de Santa María de la Paz.

Esta Iglesia es considerada como una de las más importantes expresiones arquitectónicas renacentistas y barrocas. En su interior se encuentran los famosos frescos de Rafael Sanzio Las Sibilas, realizados en 1514.

SD