Una monja iba caminando con un grupo de jovencitas por el pasillo de un internado, cuando de repente ve un joven bien formado, desnudo tirado en el suelo. Sorprendida avergonzada piensa que sus alumnas no debian ver semejante cosa decide sacrificar su pudor castidad sentandose sobre el cuerpo desnudo del muchacho, tapandolo con su habito. Al poco rato de estar sentada empieza a
decir:
Ay, San Eloy esto no lo habia sentido hasta hoy.
Ay, San Alejo se me esta encogiendo hasta el pellejo.
Ay, San Bartolino siento que me orino.
Ay, Santa Marta esto mide mas de una cuarta.
Ay, San Federico si vieras como es de rico.
Ay, San Clemente esto si esta caliente.
Ay, San Ivan hasta las bolas se me van.
Ay, San Fernando siento que me estoy mojando.
Ay, Santo Tomas siento que no aguanto mas. Ay, San Bernabe siento que ya acabe.
¡¡Ay, Santa Caruta despues de esto me vuelvo ... !