Tema camara kirlian

Fue en 1939 cuando el matrimonio de investigadores soviéticos Semyon y Valentina Kirlian accidentalmente descubrió la electrofotografía basada en corrientes de alta frecuencia que da lugar a una fotografía como resultado de la descarga eléctrica entre el objeto a fotografiar y un electrodo.

Las electrofotografías de las manos, por ejemplo, son impactantes pues se ve una aureola que las rodea con una intensidad que varía de acuerdo a los estados de ánimo y salud de la persona. Impresiona ver las manos de los sanadores pues de la punta de sus dedos fluye energía de gran intensidad y mayor tamaño que la considerada normal.

El sistema de electrofotografía llamado Kirlian, en homenaje a la pareja soviética que lo desarrolló, utiliza un sistema electrónico para producir en alta frecuencia un elevado potencial de baja intensidad. Este potencial se aplica a la placa de exposición que sirve para visualizar el aura, aunque no todos así lo reconocen.

El aura es una especie de blindaje psíquico que muestra nuestra propia energía. La emanación lumínica del aura sucede debido a los procesos químicos celulares y hormonales en el interior del organismo humano. En estos procesos químicos influyen el estado de salud, las emociones y el carácter del individuo.

Los cuerpos físicos son energía condensada que irradian energía etérea o aura que varía según la disposición de la gente. El aura está en cada célula y se proyecta con variadas tonalidades en nuestro entorno. Desde hace miles de años hay referencias sobre el aura cual efluvios luminosos alrededor de ciertas personas que se consideraban iluminados.

Con la cámara electrofotográfica Kirlian se pueden diagnosticar enfermedades aún antes que las mismas presenten síntomas. Se puede decir, entonces, que una enfermedad se manifiesta primero en el aura y después se presenta en el cuerpo físico. Los análisis concluyen que los desequilibrios de energía dan lugar a colores específicos a la altura de los órganos afectados. De acuerdo con los que estudian el aura, los pensamientos se reflejan mediante color y forma y su energía repercute en lo individual y en quienes nos rodean.