Me encantan los perros, siempre he tenido uno hasta hace unos meses... en fin, no me gusta estar sola, y los perros hacen tanta compañía. Creo que ya los he tenido de todas la razas, colores y tamaños... Dogos alemanes, pastores alemanes, pointers.. mi razas... he llegado a tener treinta de una sola vez!! Recuerdo el nombre y la carita de todos, Cheyenne, Bombón, Dean, Danita, Charlie, Aaron...a todos los he querido mucho porque todos eran especiales, todos tenían sus defectos y virtudes pero en general, tengo un dulce recuerdo de todos. Mis cinco favoritos siempre fueron Brando mi mejor semental, y tan dulce, tan cariñoso... Queen, mi niñita!!! mi dulce bichito que se desmayaba si la regañabas porque su anterior dueño la maltrataba, Drusa... mi payasita, solo le faltaba hablar para contar chistes, Slav... guapo, guapísimo, mi lobete de ojos azules con esa mirada de no querer obcecada siempre, que cabezota era aquel perro pero que tierno a la vez y de todos ese que nunca podré olvidar. Wolf era un pastor aleman, me encantan los pastores alemanes porque no son los primeros en nada pero son buenos en todo. Wolf era un pastor aleman guapísimo, con una planta casi perfecta, nieto de campeones... guapíiiiiisimo, pero lo que a mí mas me gustaba de él era su caracter. Era dulce tan dulce con esa mirada que me hipnotizaba, siempre me miraba con cara de enamorado de hecho yo siempre creí que lo estaba, no os riais lo perros tambien se enamoran, pero como os digo me miraba siempre con esa cara de perrito babeante, me seguía a todas partes, me cuidaba como ningun otro perro, dábamos largos paseos juntos jugando pero él siempre vigilaba que nada me hiciera daño, cuando estaba triste (en esa época lo estaba mucho) se tumbaba junto a mí y me llenaba de besos, me escuchaba y me daba cariño, nunca tuve que regañarle ni enfadarme con él, lo aprendía todo solo... era perfecto en todo y yo le quería como si fuera mi hijo, pero las circunstancias me obligaron a separarme de él.
Hace tres meses que no tengo perro. Me da mucha pena porque no sirvo para estar sola... algun día tendré otro que me hará compañía y nos haremos mimos mutuamente y me devolverá la sonrisa, a lo mejor es otro pastor aleman pero nunca será mi Wolf... y eso me da mucha pena, me provoca mucha tristeza porque aquel perro era especial... muy especial y me quería mucho, yo lo sé, de una forma en que no me quisieron nunca mis otros perros... sigo sin resignarme a su pérdida y le echo mucho de menos... echo de menos su compañía, sus arranques de cariño, su sobreprotección y sobre todo... lo que más hecho de menos era su mirada, esos ojitos que no voy a volver a ver...
Creo que será mejor no tener otro perro... no sería justo que mi perro me quisiera y no darle lo mismo que él me da por estar comparándolo con otro..... (vaya, creo que estoy cambiando de tema)