He podido comprobar que cuando se trata de llamar o ponerse en contacto conmigo, mi piscis suele decirme que le llame yo. Hasta ahí medio bien, porque a mi me cuesta horrores coger el teléfono para hacerlo. Pero si es él quien me dice que me va a llamar o a ponerse en contacto, ya sé que me puedo ir despidiendo de que lo haga, ¿por qué? Pues he llegado a la conclusión de que le puede más su inseguridad que sus ganas. Así que he decidido darle la vuelta a la tortilla: pedirle yo a él que me llame para darle seguridad en que estoy deseando que lo haga, que espero su llamada. Hace un tiempo que lo probé no con una llamada sino con algo que le pedí que hiciera por mí y...¡funcionó! Se buscó la vida para que lo que le pedí me llegara. Yo fui la primera sorprendida pensando que se olvidaría de ello.
En fin, si os puede servir de algo, ahí queda.