Tenía yo muy pocos anos cuando mi madre, sin duda estresada por mi curiosidad, decidió explicarme los misterios de la reproducción humana.
Con el entusiasmo que ponía en todo lo que hacia...escuchándose, entro su larga explicación por la origen de las especies. Así que termine no comprendiendo muy bien como realmente los niños se hacían, pero temprano comprendí aquella cosa primera de los macacos de que descendíamos, y todo mezclado con la sopa de letras, decidi que un niño se prepararía de aquella forma que me parecia increible...como alguien podia??? y nacería con mucho pelo que luego caía dependiendo de los senos que lo amamantasen. Si eran peludos, seguiría macaco y si no lo eran seria como los bebes que yo conocía.
Después de saber como se hacían los niños, quise saber lo mismo para las niñas.
Fue cuando ella desistió la primera vez.
Aventurera en un mundo poco receptivo a mujeres osadas, Granada, Florencia, Lisboa, se volvieran ciudades-significado con la dimensión que ella a querido darles: la suya.
Generosa, atenta, leal, observadora, detallista, de risa fácil, sensual, provocadora tantas veces, una tauro con luna en parte incierta.
Como niño, adolescente y hombre libra, convivir con una madre tauro se hice complicado por su sentido demasiado practico para mis sueños, su terquedad sin limites disfrazada de persistencia, por sus reservas hacia mis entusiasmos que amenazaban algunas rutinas. Y todavía, fue de ella que aprendí a no conformarme con las cosas pero a conformar las cosas a mí, a no ser sumiso pero creador.
Absorbida por una profesión que no le daba treguas, durante largos anos no supe que era una refección en familia, pero siempre fue recibido con un beso, cuando atravesaba de pijama todas las fronteras hacia sus brazos y por un breve momento que me duraba días, yo sabía lo que sentía.
Lo sabia ella también cuando pocos anos más tarde, las fronteras que yo iba atravesar me llevarían hasta India. Y ella, que no practicaba cualquier confesión religiosa, se sorprendió soñando, peleando en el Vaticano Mira Papa, para la India no! y así me quede mirando los miserables con Victor Hugo.
Hay cosas que no pasaran nunca.
No tengo un álbum de fotos por edades. En su bolsa no había galletas. No ha hecho de mí su proyecto de vida. Pero fue de su cuerpo que bebí la primera vez. Fue de sus manos que recibí el primer peluche. Fue por su esfuerzo que la fantasía del Santa Claus me duro. Fue con su ayuda que compre la alianza para mi novia. Fue su singularidad que me ayudo a crecer, bien o mal, transformándome en el que soy hoy.
Creo que nuestro corazón tiene muchos hoyos. De aquellos que duelen y que solamente las cosas ciertas pueden llenarlos. Hace poco mi madre tomo el tren poco después de los 50, para seguir hasta otra ciudad a darle el significado que queria y yo intento llenar su hoyo de memorias sanas, de una mujer de valores que no dejo que nadie interpretase su propia vida y que supe mirar a todo por la milésima vez como si fuese la primera. "Hoy el mar tiene olas, las montañas bajaran e estoy mirando el mundo empezando a ser"
Buscada por much@s, por el placer de las noches largas de tertulias, de conversación, canciones y poesia, esta es mi madre. Y como ejemplo clásico de los beneficios de tener una madre como la mía, existiendo otros, diría que el beneficio mayor ha sido exactamente ese: tenerla como madre mía.
No quiero por eso, apesar del titulo, hacerle el elogio. Ella no lo necesita.
Vengo, de forma egoísta pensando en mi mismo, porque el capitulo final de esta biografía cambio en el más importante, el rumbo de mi vida y me dolió.
No debía, talvez, hacerlo aquí, pero hablarlo es el poder soberano que me queda de arreglar las cosas que merecen ser arregladas, de guardar las que merecen ser guardadas, para poder mirar adelante, para las únicas que merecen ser contempladas.
Todavía, por si sirve a alguien saber como en momentos más duros se mantiene de pie un libra (casi por definicion, un optimista soñador) les digo que me tiene firme el amor por mi piscis y la determinación de seguir excavando todos los caminos hasta mis sueños.
De este aprendi:
"Nada de esplendido ha sido realizado, excepto por aquellos que osaran acreditar que algo dentro de ellos era superior a las circunstancias"
(Bruce Barton)
Jopey
