En una relación de pareja El Ermitaño puede representar un distanciamiento producido gradualmente, seguramente por discusiones o problemas anteriores. Sin embargo, no hay que confundir soledad y aislamiento con independencia.
Algunas parejas se aman y viven de forma sana su relación, aunque cada uno tiene actividades ajenas y muy diferentes. De hecho, el que los miembros de la pareja sean independientes ayuda a que haya un espacio sano entre ellos, reforzando el cariño que hay cuando se encuentran en un lugar común. Este tipo de independencia se podría relacionar con personajes fuertes como El Emperador o La Emperatriz.
Pero El Ermitaño habla de algo desgastado, al igual que el personaje de la carta. Algo que no tiene el mismo ímpetu del principio. Esto es lo que hace inferir que esta carta dentro de una tirada de relación de pareja señala conflicto, distancia e incluso resquemor.
Por si sola no es símbolo de ruptura, pero en muchos casos puede señalar el paso previo a esa situación.
