Cuando las velas producen chispas o humos nos están indicando que habra trabas en lo que se pide
Si la llama de una vela oscila sin haber una causa que provoque el movimiento como es el viento por ejemplo, nos está indicando que tendremos un tiempo ventoso. También puede indicar este hecho que pronto habrá un cambio en las circunstancias nuestra vida.
Si la mecha de la vela no prende con la rapidez normal, hay que replantearse lo que se esta pidiendo
En muchas ocasiones se utilizan dos o tres velas en los rituales de magia; si una de ellas arde con llama alta y brillante nos está indicando buena suerte; si todas arden de ésta manera especial será señal de muy buenos augurios.
La llama de una vela que cae hacia abajo y se eleva repetidas veces nos está indicando un peligro.
También se indica éxito seguro cuando la punta de la mecha, de donde nace la llama, se pone brillante. Si este brillo dura mucho tiempo el éxito será prolongado, pero si se desvanece pronto será de corta duración.
Una llama que arde lentamente y es de corta altura nos indica en nuestros proyectos actuales no habrá éxito.
Si la llama de la vela se mueve en forma de espiral o dando continuas vueltas nos está indicando que llevemos cuidado con algunas personas de nuestro alrededor porqué nos pueden traicionar.
Una llama que chisporrotea nos comunica que pronto tendremos una desilusión o una pelea
Si la llama se apaga repentinamente nos indica una pérdida.
Desde la antigüedad se ha creído siempre que la luz de las velas disipaban al hombre de la oscuridad, del frío, de las cosas que obran en la oscuridad y de los malos espíritus.
El uso de las velas requiere también nuestro esfuerzo personal, no basta con encenderlas hay que poner tanta fe como lo hacemos cuando recitamos una oración.
Encender las velas debe ser el primer acto que se realice un ritual en un altar y lo último que se haga es apagarlas. Hay que tener mucha precaución con el fuego motivo a veces de graves incendios.
La mesa del altar debe ser preferentemente de forma rectangular aunque también pude ser cuadrada. Se cubrirá con un paño de altar que se utilizará única y exclusivamente para los rituales, si es posible de seda natural.
No hay inconveniente en poner sobre el altar imágenes según la religión que se profese o por la que se tenga especial inclinación. Si se incluye alguna imagen sobre el altar, con el fin de equilibrar, debería ser preferentemente de signo contrario al del celebrante del ritual, es decir si es una mujer, la imagen de un hombre, un santo por ejemplo y viceversa, colocándolas en la parte posterior del altar en la parte central. El incienso se colocará también en el centro, delante de las imágenes.
Si hay posibilidad se debe destinar una habitación o estancia de la casa, única y exclusivamente para llevar a cabo los rituales mágicos.
No es recomendable hacer el ritual con la ropa de trabajo por estar ésta impregnada de tensiones y vibraciones negativas y por esta causa podrían obtenerse unos resultados contrarios al fin que se persigue. Sería conveniente utilizar ropa limpia y mucho mejor confeccionar una túnica blanca o de color azul que se utilizará únicamente para los rituales, o al menos tener la precaución de tomar un baño antes de realizar el ritual o lavarse bien las manos con abundante agua y jabón.
Los aceites aromáticos deben formar parte del ritual para crear una ambiente idóneo.
Cuando hagamos un ritual para ayudar a una o varias personas debemos utilizar el color que corresponde a cada una de las personas por las que pedimos intercesión según su signo del zodíaco; si desconocemos cual es el signo utilizaremos velas amarillas o blancas, que son neutrales, escribiendo con un objeto puntiagudo y en cada una de las velas el nombre de cada persona por la que estemos intercediendo