Bendice con amor todas y cada una de las facturas que tienes que pagar. Si pagas algo con resentimiento, al dinero le costará volver a ti. Pero si pagas con alegría y amor, abres el canal de la abundancia para que fluya libremente. Recuerda también que cuando nos apropiamos de algo ajeno, casi siempre perdemos algo de mayor valor. En cambio, si damos algo, lo recibiremos multiplicado. Es la ley de causa y efecto. Me abro con alegría para recibir la abundancia del Universo.